lunes, octubre 22, 2012

Vapor



El regreso de Max al mundo del cómic. Después de premios nacionales y demás galardones, Max regresa al mundo que más le gusta y donde se siente más cómodo; el mundo de la historieta.

La gran pregunta de qué Max nos vamos a encontrar en Vapor, si el Max de Gustavo y Peter Pank o el Max de Bardín, se queda contestada a medias, porque Vapor no es ni uno ni lo otro y todo al mismo tiempo.

¿Cómo sería la vida de un anacoreta en nuestros días? Esta es la pregunta que llevó a Max a dar una respuesta en forma de reflexión gráfica. Inspirado por la novela  La tentación de San Antonio de Gustave Flaubert, siempre  desde un punto de vista analítico, tomando la religión y demás factores místicos como un punto de pivotaje, Max plantea una crítica a lo banal e instantánea que resulta nuestra sociedad, lo cual lleva al protagonista, Nick, a alejarse de todo, aislándose en un desierto con la intención de reflexionar sobre el significado último de las cosas.

Por supuesto, al igual que pasa en el día a día, ese aislamiento no es tan fácil de conseguir. Así, en el desierto aparecen una galería de personajes secundarios que le dan la replica en los diálogos a Nick y a través de los cuales da salida a todo su discurso. Un discurso que unas veces se va a lo filosófico y otras se queda en el humor más absurdo.

De hecho, el primer germen de este Vapor nació como una petición que el propio Max recibió para hacer una tira de prensa y que debido a la reconocida incapacidad del propio autor para realizar humor diario con la exigencia que una tira de prensa requiere, al final transformó ese germen en la historia de Vapor.

De todas formas, en Vapor hay mucho del amor de Max por las tiras de prensa, desde The Wiggle Much hasta Krazy Kat, utilizando lo irreal o incluso lo alucinógeno para retratar la condición humana.



En lo gráfico, Max da todo lo que se espera de él y mucho más. Con un estilo cartoon,  un trazo supersintético y con una narración menos experimental que en Bardín, pasear la vista por las páginas de Vapor es una experiencia cautivadora y que no dejará insatisfecho a ningún lector.

Vapor llega con la intención de ser uno de los tebeos del año. Supongo que esta no sería la prioridad de Max a la hora de realizarlo y que más bien somos nosotros, los lectores y aficionados, los que hemos creado estas expectativas. Y de lo alto que estén dependerá mucho la satisfacción final que Vapor nos pueda proporcionar.

Gustará a los lectores y fans de Max que evolucionan en sus lecturas de la misma manera que el autor evoluciona en la creación de sus cómics. Dejará perplejos a los que ya daban por hecho otro premio nacional para el autor.

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