Tercera aproximación (de cinco previstas) de Darwyn Cooke al universo de nuestro bastardo favorito, siguiendo fielmente los pasos de su padre y creador, Richard Stark.
Anteriormente, ya os había hablado de la fascinación que el trabajo de Cooke en la saga de Parker, pequeña obra maestra, estaba causando en mi. El romance continua en esta tercera entrega.
En El golpe, el tono de la historia es mucho más luminoso que en las oscuras y sucias dos primeras entregas. El habitual bitono usado por Cooke, pasa en esta ocasión a un más alegre amarillo, anunciándonos que en esta historia Parker va a ser un poco menos bastardo de lo habitual y que incluso habrá espacio para el humor, o lo que Parker puede entender como humor.
Al igual que en los otros tomos, El golpe empieza con un ritmo trepidante que nos mete, sin darnos cuenta, en el meollo del asunto, la planificación de un robo. Por supuesto, con Parker, no se podía tratar de un pequeño golpe de tres al cuarto. No, de lo que hablamos es del gran golpe.
Para ello, y pese a que su instinto animal se retuerce ante la idea, Parker tiene que montar un grupo numeroso que facilite la tarea, rompiendo una de sus reglas: no más de 5 personas por golpe.
Con un aire más de Ocean Eleven que de Quemarropa, The Score es más de lo mismo, pero a la vez también nos llega como un soplo de aire fresco. Por supuesto, en esta sensación de frescura, influye definitivamente el espectacular trabajo gráfico-narrativo de Darwyn Cooke.
Este autor le tiene cogido el punto a los años 60 y sus lápices saben retratar el ambiente de la época como si la hubiera vivido en primera persona. Además, sabe pulir como nadie a un diamante como Parker, apoyándose cuando es necesario en una galería de secundarios que en esta ocasión se revelan como fundamentales.
De hecho, una de las partes más llamativas y mejor resueltas del libro es la presentación de estos personajes, a los que Cooke consigue radiografiarnos con un simple retrato. Si a esto, añadimos el guiño comiquero que nos ayudará a reconocer a Steranko, Palmiotti, Phil Noto y otros comiqueros habituales, la jugada resulta perfecta.
The Score no es un libro llamado a superar lo ya visto, sino más bien a continuar lo que ya conocemos. Todas las claves que hacen imprescindibles las dos primeras entregas continúan presentes en esta tercera, convirtiendo su lectura en un entretenido placer, tanto en su trama como en su parte más visual.
Imprescindible para los seguidores de la saga, que no se verán decepcionados y muy recomendable para cualquier lector, sobre todo para aquellos aficionados al género negro.
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