Con ese título y teniendo a la ya clásica pareja Brubaker-Phillips como autores, todo parecía indicar que nos encontramos con una nueva obra marca de la casa, con el genero negro como principal motor de la trama. Y sí, genero negro y femme fatale no van a faltar, pero a poco que nos fijemos en la portada, esos ominosos tentáculos nos invitan a pensar que en Fatale nos vamos a tropezar con algo más en la acepción mas lovecraftiana de algo.
Brubaker se siente cómodo en el genero negro y utilizándolo siempre como la sólida base de sus historias, a partir de él construye diversas opciones como las más superheroicas de Sleeper o Incognito, la más clásica de Criminal o un interesante al thriller-terror-lovecraft con Fatale.
Este primer tomo de Fatale es solo el inicio de un gran historia que se desarrolla en diversos momentos temporales, presentes y pasados. Así, tras un inicio que toma unos posibles años 70 como marco temporal, enseguida nos vemos trasladados a unos años 50, con el nexo de nuestra protagonista Josephine, una femme fatale de manual, como máximo nexo de unión. Poco a poco nos vamos dando cuenta que la historia de Jo dista mucho de ser la de una mujer normal y todos los secretos que la rodean, con unos extraños asesinatos rituales de por medio, nos hacen pensar en algo más allá de nuestro mundo.
Con la inestimable ayuda grafica de Sean Phillips, un autor al que este tipo de historias le sientan de maravilla y con el que Brubaker ha conseguido un increíble nivel de interactividad, el guionista nos vuelve a dar una historia con todas las garantías que su nombre nos ofrece en la portada de un cómic. Esto es; calidad, diversión y ciertas dosis de sorpresa disfrazada a modo de thriller.
Sin duda gustará a los fans entregados del autor y que ya gozaron con obras com Sleeper, Criminal o Incognito. Sorprenderá a los que podían pensar que Brubaker se estaba repitiendo con Criminal. También podrá interesar a los amantes de lo oculto y que no le hacen ascos a una buena historia tipo Lovecraft.
Una serie de la que solo hemos visto un pequeño fragmento de su potencial y que seguro en el futuro nos dará grandes momentos.
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