Con esa portada es imposible que cualquier aficionado a la línea clara no se sienta irremediablemente atraído por este trabajo de Lucas Harari. Si así fuera, confirmar que vuestro instinto no os estaría traicionando. El interior de esta obra transpira bd por los cuatro costados, totalmente en la parte gráfica pero también en la sensibilidad del conjunto y construcción de personajes.
Si a este punto de partida le sumamos otra parte de ambiente cinematográfico, a medio camino entre Rohmer y Hitchcock, con una trama de polar que sube de intensidad a cada página, tenemos el menú completo ofrecido por La última rosa del verano.
Destacar lo adecuado de la edición a gran tamaño que Dolmen respeta en esta edición en castellano, que convierte a este cómic en un libro objeto y que sabe dar forma y sentido a las propuestas narrativas del autor, con especial destaque en esas preciosas páginas dobles donde nos podremos recrear con la arquitectura y los bellos paisajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario