En mayo del 45 parecía que todo se había acabado. Pero para los servicios de inteligencia rusos todo empezaba de nuevo. Había que certificar que Hitler había realmente muerto y para eso eran necesarias pruebas. Una frenética carrera para ver quien hallaba esta pruebas comenzaba para los dos servicios secretos de inteligencia soviéticos; elNKVD (antecesor del KGB) y el emergente Smerth. Al que triunfe le espera la gloria. Al que fracase, en el mejor de los casos, Siberia.
Camuflado en un trasfondo bélico, Brisard y Pagliaro, nos traen un trepidante thriller de investigación, áspero y sucio, con constantes giros y golpes de efecto y más ficción que rigor histórico que nos mantendrá pegados a la lectura durante todo el tomo con el misterio de qué pasó realmente con Hitler como zanahoria narrativa.
Porque al fin y al cabo todo el mundo lo sabe. Hitler está muerto. ¿O puede ser que no?
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