No os dejéis engañar por esa portada de puro western. El título de Texas Kid tampoco ayuda a deshacer el entuerto. Que Macan y Kordey sean los creadores de uno de los tebeos del oeste referenciales como es Marshall Bass lo acaba de liar todo.
Pero no. Pese a todas estas señales, Texas Kid no es un western. Más bien es un cómic de múltiples líneas narrativas, lleno de metacomic y en el que dentro de sus páginas encontraremos; la historia de Tomislav Brandt, autor de los legendarios cómics de Texas Kid, la historia de su hijo, Radovan , también creador de cómics y en eterno conflicto con su padre y su creación, pedazos de la crueles hechos de la antigua Yugoslavia y aún queda espacio para un lúcido ejercicio de metacómic donde el personaje de Texas Kid se hace real en la vida de padre e hijo.
¿Cómo encajar todo esto en una historia coherente? Pues con mucho talento y casi dos décadas de trabajo en el que Kordey adapta al cómic un relato original de Macan.
Todas las propuestas de estos autores suelen tener la etiqueta de calidad pegada por defecto. Texas Kid no es la excepción.
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