Con su Autopista del sol, Baru me ganó para la causa. En aquellos tiempos, el manga no era el ente omnipresente que es hoy en día, y la aparición de esta obra, un encargo al autor de la editorial japonesa Kodansha, supuso un soplo de aire fresco en el panorama francés de la BD. Año tras año, obra tras obra, Baru sigue fiel a su espíritu de innovación y compromiso social. Sin dar un paso en falso, todas sus propuestas tienen un interés final más que destacable.
Con esta obra y con un título que ya incita a la compra sin tener ni idea de lo que te vas a encontrar dentro, Baru lo vuelve a conseguir. Sin olvidar los temas recurrentes en todas sus propuestas, es decir, la problemática social, con los inmigrantes, las clases obreras y "las banlieues", todo bien cuajado con unas vertiginosas dosis de acción, en este libro, Baru introduce una novedad destacable, añadiendo acertadas dosis de humor al relato, al modo de las pelis de Audiard (padre) en la que no encajaría mal un protagonista a la Belmondo, que no hace sino mejorar el resultado final.
Una historia donde tres viejos bribones unen de nuevo sus caminos para dar un último golpe. Un golpe que les surge como encargo de un joven llamado a ser el nuevo jefe del cotarro. Un tipo criado en las pelis de Scarface, que tiene la violencia como primera opción, pero que está rodeado de una panda de ineptos causantes de los más variados disparates. Vieja escuela contra nueva oleada de delincuentes. Audiard contra Beson. Por el medio se cruza la trama de un joven africano que llega al país queriendo ser una estrella del fútbol, pero al que la realidad lo asalta en el camino, demostrándole lo crudo de la misma. Todo ello, por supuesto, contado con la habitual maestría gráfica y narrativa de Baru.
Al principio lo decía y al final no puedo mas que corroborar lo dicho. Un gran título como Fais péter les basses, Bruno, solo puede llevarnos a la lectura de un gran tebeo. Un prueba de que Baru, lejos de estancarse y dormirse en los laureles, sigue creciendo al mismo ritmo que la sociedad que una y otra vez refleja en sus tebeos. Una vez más, Baru me deja con un buen sabor de boca y en espera de su nueva propuesta.
Por ahora, solo disponible en francés. Contemos los minutos hasta su publicación en castellano.
Con esta obra y con un título que ya incita a la compra sin tener ni idea de lo que te vas a encontrar dentro, Baru lo vuelve a conseguir. Sin olvidar los temas recurrentes en todas sus propuestas, es decir, la problemática social, con los inmigrantes, las clases obreras y "las banlieues", todo bien cuajado con unas vertiginosas dosis de acción, en este libro, Baru introduce una novedad destacable, añadiendo acertadas dosis de humor al relato, al modo de las pelis de Audiard (padre) en la que no encajaría mal un protagonista a la Belmondo, que no hace sino mejorar el resultado final.
Una historia donde tres viejos bribones unen de nuevo sus caminos para dar un último golpe. Un golpe que les surge como encargo de un joven llamado a ser el nuevo jefe del cotarro. Un tipo criado en las pelis de Scarface, que tiene la violencia como primera opción, pero que está rodeado de una panda de ineptos causantes de los más variados disparates. Vieja escuela contra nueva oleada de delincuentes. Audiard contra Beson. Por el medio se cruza la trama de un joven africano que llega al país queriendo ser una estrella del fútbol, pero al que la realidad lo asalta en el camino, demostrándole lo crudo de la misma. Todo ello, por supuesto, contado con la habitual maestría gráfica y narrativa de Baru.
Al principio lo decía y al final no puedo mas que corroborar lo dicho. Un gran título como Fais péter les basses, Bruno, solo puede llevarnos a la lectura de un gran tebeo. Un prueba de que Baru, lejos de estancarse y dormirse en los laureles, sigue creciendo al mismo ritmo que la sociedad que una y otra vez refleja en sus tebeos. Una vez más, Baru me deja con un buen sabor de boca y en espera de su nueva propuesta.
Por ahora, solo disponible en francés. Contemos los minutos hasta su publicación en castellano.
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