Max: Los años 20

Planteado como un producto transversal, esta traslación de las aventuras de Max Costa al mundo del cómic funciona a distintos niveles según quien sea el receptor de la historia.

Para los conocedores del personaje y sus aventuras en El tango de la Guardia Vieja, este cómic funciona como un spin-off, una historia complementaria a lo ya visto que se centra en los primeros años de aventuras del personaje. Por deseo del propio Reverte, Salva Rubio y Rubén del Rincón tuvieron carta blanca para realizar su propia versión de Max Costa y contar una historia sin ataduras ni prebendas.

Para los que, como es mi caso, se adentren en el universo Max Costa por primera vez con este álbum, decir que la historia funciona de una manera totalmente independiente de la novela, dejándonos un personaje con alma pulp, deudor de clásicos como Lupin o Fantomas y que en sus páginas nos deja iguales dosis de acción y aventuras, tornándose el conjunto en una entretenida lectura.

Dos formas diferentes de acercarse a Max: Los años 20 con un resultado común; un historia de trepidante ritmo, soberbiamente puesta en imágenes por Rubén del Rincón y que sabe crearse su propio espacio.