De un tiempo a esta parte no podemos decir que falten en las estanterías opciones de lectura destinadas al sector más juvenil-adolescente que traten temas y situaciones reconocibles y de interés para este sector de público.
Ladrona viene a engrosar ese listado de lecturas destacadas.
Una obra que podríamos, salvando las distancias, colocar en la misma base lectora que Heartstoppers y similares.
Dos adolescentes que dan sus primeros pasos en los páramos del amor descubriendo que detrás de su atracción mutua hay un turbio secreto que las empareja.
Una lectura ágil, visualmente curriña, con emotivos momentos que saben escapara a la cursilería y personajes que destilan realidad.
Un cómic que posee los suficientes argumentos para sacarla de una previsible clasificación de historia de amor de instituto.
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