Papillon será por siempre una de las grandes referencias en lo que a relatos de fugas presidiarias se refiere. El relato de Henri Charrière supo darle una nueva dimensión social a este tipo de relatos.
Imposible no sacar a colación este título para hablar de Paco. Manos rojas. Un cómic que recoge el legado de la obra de Charrière pero al que, afortunadamente, el siempre acertado Fabien Vehlmann supo darle un nuevo enfoque y dimensión, recorriendo esperados oscuros parajes de violencia carcelaria pero sabiendo colocar como motor de la trama una "bonita historia de amor".
La representación gráfica de Sagot hace mucho más liviano y digerible el sórdido descenso a los infiernos de la condición humana propuesto por la historia consiguiendo rescatar momento de belleza donde difícilmente se podrían esperar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario