La línea de fuga

"Je m'ennuie beaucoup, toujours; je n'ai même jamais connu personne qui s'ennuyât autant que moi"

(Me aburro mucho, siempre; Nunca he conocido a nadie que se aburriera tanto como yo)

ARTHUR RIMBAUD

En el año 1888, Arthur Rimbaud había abandonado los ambientes artísticos, dejando la poesía de lado y buscándose la vida en otros ámbitos. Pero su legado y la influencia de su persona y obra sobre los poetas y artistas del momento no cesaba. Es por esto, que varios de ellos, con el editor Baju a la cabeza, continúan publicando falsos poemas de Rimbaud, haciéndolos pasar como obra inédita, pese a que éste hacía tiempo que no escribía. El máximo culpable de esa farsa, Adrien, el un poeta perdido en las sombras de Rimbaud y verdadero artífice de estos versos.
Cuando el engaño sale a la luz, Adrien consumido por la vergüenza, comienza un viaje en busca del verdadero Rimbaud, con el único objetivo en mente de convencerlo para que vuelva a escribir. De este viaje que llevará a Adrien del París de los decadentes a los parajes Africanos de Aden y Harar al mismo tiempo que busca su identidad como autor, es de lo que trata este La línea de fuga.

Sin duda un tebeo difícil. Difícil en su lectura, y más difícil todavía de recomendar. El espíritu de Rimbaud impregna todo el tebeo, y si bien se parte de unos hechos y unos parajes reales e históricos, la historia en sí trata más sobre la aventura humana de Adrien, personaje ficticio, de sus miedos y sus dudas existenciales. Como ya dije, Rimbaud es el centro de todo, pero más que una biografía al uso donde se dan las claves existenciales de este autor, el guión juega más con el mito, con el imaginario, dejando todas las cuestiones en el aire sin resolución definitiva. Finalmente, el lector acaba identificándose con Adrien, en su busca de Rimbaud, en la búsqueda del mito.

Todo esta trama se ve reforzada en la parte gráfica por el trabajo de Flao, que sabe dotar al tebeo de la energía necesaria, intercalando a la perfección el cuaderno de viaje con un trazo más realista cuando la narración lo pide, manejando con maestría el ritmo, dotándolo de pausas y detalle cuando es necesario.

Una obra peculiar y diferente, no apta para cualquier tipo de lector, pero que estoy seguro conseguirá llenar completamente a todo aquel que consiga conectar con la propuesta. Sintiéndolo mucho, creo que con este tebeo vais a tener que dejaros llevar por vuestro instinto comiquero más allá de toda posible recomendación.