Cinco treintañeros se reunen durante una semana, alejándose de su vida, trabajo y familia, para recluirse en una casa de campo en la montaña. Con esta semana, intentan recuperar la complicidad de juventud perdida en los últimos años.
Una tranche de vie con mayúsculas, realizada por mi autor del momento, Etienne Davodeau.
Desde los tiempos donde descubrí a Dupuy y Berberian y su Señor Jean, que no disfrutaba tanto con un autor y su obra.
La verdad es que tampoco tengo muy claro porque me gusta este autor. No inventa nada, todo lo contrario. Los esquemas de sus obras están vistos una y otra vez.
Quizá los sorprendente no es tanto lo que nos cuenta, si no como lo cuenta. Su capacidad para crear personajes creíbles.
En este comic, por ejemplo. En menos de 30 paginas, tenemos a los 5 individuos metidos en la casa. A penas conocemos algo más que sus nombres. Cuando acabas de leer la última página, podrías decir que conoces a todos los personajes como si te hubieras criado con ellos.
A través de las llamadas telefónicas que van recibiendo, las conversaciones que tienen, poco a poco se va completando el retrato de cada uno de ellos.
Espero que la, por ahora, única obra de Davodeau, Las malas gentes, se venda bien, y que más editoriales apuesten por recuperar la obra de este autor.
Yo empecé con Rural. Luego llego Les mauvaises gens y Chute de vélo.
Ahora, Quelques jours avec un menteur.
Seguiremos buceando en la obra de este autor. Mientras me siga dando tan buenas sensaciones, no me cansaré de recuperarlo.
Una tranche de vie con mayúsculas, realizada por mi autor del momento, Etienne Davodeau.
Desde los tiempos donde descubrí a Dupuy y Berberian y su Señor Jean, que no disfrutaba tanto con un autor y su obra.
La verdad es que tampoco tengo muy claro porque me gusta este autor. No inventa nada, todo lo contrario. Los esquemas de sus obras están vistos una y otra vez.
Quizá los sorprendente no es tanto lo que nos cuenta, si no como lo cuenta. Su capacidad para crear personajes creíbles.
En este comic, por ejemplo. En menos de 30 paginas, tenemos a los 5 individuos metidos en la casa. A penas conocemos algo más que sus nombres. Cuando acabas de leer la última página, podrías decir que conoces a todos los personajes como si te hubieras criado con ellos.
A través de las llamadas telefónicas que van recibiendo, las conversaciones que tienen, poco a poco se va completando el retrato de cada uno de ellos.
Espero que la, por ahora, única obra de Davodeau, Las malas gentes, se venda bien, y que más editoriales apuesten por recuperar la obra de este autor.
Yo empecé con Rural. Luego llego Les mauvaises gens y Chute de vélo.
Ahora, Quelques jours avec un menteur.
Seguiremos buceando en la obra de este autor. Mientras me siga dando tan buenas sensaciones, no me cansaré de recuperarlo.
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