Vas por la calle, pensando en tus cosas y en las ganas que tienes de mandar el chollo a tomar por saco. En estas, se acerca un hombre de traje y con un semblante serio, al que no conoces de nada, y que pone a tu disposición una pistola con 100 balas irrastreables, para que te dejes llevar por tus instintos de la manera que tú quieras. ¿Qué harías con ellas?
Pues esta es la premisa argumental de otra de mis series del momento.
Pero no os creáis que la cosa se queda ahí. No, que va. Poco a poco nos vamos enterando quién es ese tipo calvo, por qué tiene ese maletín y la razón para dárselo a determinadas personas.
Aprovechando la reedición desde el número 1 de Planeta, es un muy buen momento para engancharse a la serie.
Con Azzrello a los guiones, y el estilo sombrío en el dibujo de Risso, esta serie tiene todos los elementos para convertirse en un clásico. Hasta el momento la cosa va viento en popa.
100 números para 100 balas. Cada vez queda menos.
Ya sé. Balas Perdidas, 100 balas; se me ve el plumero.
Pues esta es la premisa argumental de otra de mis series del momento.
Pero no os creáis que la cosa se queda ahí. No, que va. Poco a poco nos vamos enterando quién es ese tipo calvo, por qué tiene ese maletín y la razón para dárselo a determinadas personas.
Aprovechando la reedición desde el número 1 de Planeta, es un muy buen momento para engancharse a la serie.
Con Azzrello a los guiones, y el estilo sombrío en el dibujo de Risso, esta serie tiene todos los elementos para convertirse en un clásico. Hasta el momento la cosa va viento en popa.
100 números para 100 balas. Cada vez queda menos.
Ya sé. Balas Perdidas, 100 balas; se me ve el plumero.
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