"En el ámbito musical se suele decir que el primer álbum ya contiene todos los elementos primordiales de lo que quiere expresar ese artista o grupo, pero no sé si se puede decir lo mismo en el caso de un dibujante de cómics. " Naoki Urasawa.
Contestándole a propio Urasawa os puedo asegurar que en su caso se puede decir lo mismo porque en esta antología de historias cortas ya se ven muchas de las señas de identidad del posterior autor de Monster y Pluto. Si un joven Urasawa ya realizaba pequeñas joyitas en sus primeros trabajos, estaba claro que era solo una cuestión de tiempo hasta que las obras maestras hicieran aparición.
Planeta nos ofrece la posibilidad de acercarnos a los trabajos con los que Urasawa se hizo como autor. Aquí está Beta, la obra con la que debutó profesionalmente, Return que le valió el gran premio de autores noveles de la editorial Shôgakukan, NASA que se publicó en la época en la que Japón buscaba astronautas japoneses o El guión, un trabajo con el que nunca llegó a sustituir al gran maestro Tezuka, puesto que este siempre entregaba a tiempo.
Un antología muy ecléctica y donde vemos historias de todo tipo donde el identificativo común es la alta calidad de las mismas. Un cómic indispensable para los fans de Urasawa y donde ya podremos encontrar las claves que en el futuro harían de este autor el gran maestro que es en la actualidad.
Contestándole a propio Urasawa os puedo asegurar que en su caso se puede decir lo mismo porque en esta antología de historias cortas ya se ven muchas de las señas de identidad del posterior autor de Monster y Pluto. Si un joven Urasawa ya realizaba pequeñas joyitas en sus primeros trabajos, estaba claro que era solo una cuestión de tiempo hasta que las obras maestras hicieran aparición.
Planeta nos ofrece la posibilidad de acercarnos a los trabajos con los que Urasawa se hizo como autor. Aquí está Beta, la obra con la que debutó profesionalmente, Return que le valió el gran premio de autores noveles de la editorial Shôgakukan, NASA que se publicó en la época en la que Japón buscaba astronautas japoneses o El guión, un trabajo con el que nunca llegó a sustituir al gran maestro Tezuka, puesto que este siempre entregaba a tiempo.
Un antología muy ecléctica y donde vemos historias de todo tipo donde el identificativo común es la alta calidad de las mismas. Un cómic indispensable para los fans de Urasawa y donde ya podremos encontrar las claves que en el futuro harían de este autor el gran maestro que es en la actualidad.
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