Un anciano con un bebe en sus brazos deambula acompañado por su perro por las calles de la ciudad en pleno invierno. El niño no deja de llorar y el hombre no sabe muy bien que hacer para alimentarlo.
Después de escapar de una farmacia, desesperado, entra en un bar donde un grupo de parroquianos le preguntan el porqué de su situación.
Este es el momento en el que el Sr Letignal, les cuenta el relato de los acontecimientos que lo han llevado a esa extraña situación, ayudándose en todo momento de unas pequeñas notas escritas que va sacando de su bolsillo.
Sin ser un thriller, ni mucho menos, esta historia si que guarda algo de misterio. ¿Cómo un anciano se ve con un bebe perdido en medio de la noche?
Poco a poco, se nos va desvelando el misterio a través de un relato que tiene mucho de crónica social mezclada con realismo mágico. Como una mezcla imposible entre Truffaut y Amelie.
Como toda buena serie francesa de hoy en día, estamos ante el primer volumen de dos previstos. Por lo tanto, la historia queda inconclusa.
A falta de comprobar como acaban las desventuras del señor Letignal, no se puede negar que la historia engancha. En el momento en que empieza a contarla, te conviertes en uno más en esa mesa de bar, pendiente totalmente del relato y queriendo saber un poco más sobre la vida de este hombre y su familia.
Además, por si esto no fuera suficiente, la portada del tebeo es de esas que venden bien el producto.
Después de escapar de una farmacia, desesperado, entra en un bar donde un grupo de parroquianos le preguntan el porqué de su situación.
Este es el momento en el que el Sr Letignal, les cuenta el relato de los acontecimientos que lo han llevado a esa extraña situación, ayudándose en todo momento de unas pequeñas notas escritas que va sacando de su bolsillo.
Sin ser un thriller, ni mucho menos, esta historia si que guarda algo de misterio. ¿Cómo un anciano se ve con un bebe perdido en medio de la noche?
Poco a poco, se nos va desvelando el misterio a través de un relato que tiene mucho de crónica social mezclada con realismo mágico. Como una mezcla imposible entre Truffaut y Amelie.
Como toda buena serie francesa de hoy en día, estamos ante el primer volumen de dos previstos. Por lo tanto, la historia queda inconclusa.
A falta de comprobar como acaban las desventuras del señor Letignal, no se puede negar que la historia engancha. En el momento en que empieza a contarla, te conviertes en uno más en esa mesa de bar, pendiente totalmente del relato y queriendo saber un poco más sobre la vida de este hombre y su familia.
Además, por si esto no fuera suficiente, la portada del tebeo es de esas que venden bien el producto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario