Qué flaco favor les hizo Spiegelman con su Maus, a la hornada de futuros autores que quisieran tratar el tema del holocausto judío. Lo comentaba hace poco con Fui hija de supervivientes del holocausto y lo repito ahora. La sombra de Maus siempre estará presente cuando hablemos de un comic de esta temática.
Pero intentemos dejar atrás LA REFERENCIA y miremos cada tebeo como una obra en si misma.
Miriam Katin es más conocida por su trabajo dentro del campo de la ilustración, trabajando en libros para niños, o dentro de la animación, con sus colaboraciones para la Disney o su trabajo para la MTV.
Sus aproximaciones al comic son, en su mayor parte, reflexiones sobre la ocupación nazi (y soviética) de su Hungria natal. Una forma de exorcizar sus demonios internos y a la vez cuestionarse su fe en un posible Dios que consintiera todo ese caos.
Ella, fue una superviviente. Cuando las cosas se empezaron a ponerse mal, tanto ella como su madre, hicieron todo lo necesario para poder sobrevivir a la locura, mientras su padre luchaba en el frente.
Esto es lo que nos cuenta en Por nuestra cuenta.
Con un estilo de dibujo feísta y crudo, y con un lápiz sin tintas ni colores añadidos (a excepción del color que pone en las pocas páginas que reflejan su vida actual), nos cuenta con pelos y señales el proceso de degradación personal, y colectivo, de la sociedad de la época.
Sería una pena que este tebeo quedara olvidado en las estanterías debido a la poderosa influencia de Maus, puesto que una vez que superas la pereza inicial, y te adentras en la historia, lo único que podrás hacer es pasar hoja tras hoja hasta que el tebeo esté acabado.
Pero intentemos dejar atrás LA REFERENCIA y miremos cada tebeo como una obra en si misma.
Miriam Katin es más conocida por su trabajo dentro del campo de la ilustración, trabajando en libros para niños, o dentro de la animación, con sus colaboraciones para la Disney o su trabajo para la MTV.
Sus aproximaciones al comic son, en su mayor parte, reflexiones sobre la ocupación nazi (y soviética) de su Hungria natal. Una forma de exorcizar sus demonios internos y a la vez cuestionarse su fe en un posible Dios que consintiera todo ese caos.
Ella, fue una superviviente. Cuando las cosas se empezaron a ponerse mal, tanto ella como su madre, hicieron todo lo necesario para poder sobrevivir a la locura, mientras su padre luchaba en el frente.
Esto es lo que nos cuenta en Por nuestra cuenta.
Con un estilo de dibujo feísta y crudo, y con un lápiz sin tintas ni colores añadidos (a excepción del color que pone en las pocas páginas que reflejan su vida actual), nos cuenta con pelos y señales el proceso de degradación personal, y colectivo, de la sociedad de la época.
Sería una pena que este tebeo quedara olvidado en las estanterías debido a la poderosa influencia de Maus, puesto que una vez que superas la pereza inicial, y te adentras en la historia, lo único que podrás hacer es pasar hoja tras hoja hasta que el tebeo esté acabado.
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