La televisión, ese verdadero
referente de nuestras vidas, ha exportado al mundo del cómic otro de sus
inventos: la contraprogramación.
Acabo de ver en Zona Negativa las novedades
navideñas de Norma Editorial y el mundo se acaba antes del 31 de diciembre. El
1 de enero de 2012 la crisis va a ser tan gorda que no vamos a tener ni para pañales,
así que vamos (nos van) a ordeñar el teto de la vaca tanto como se pueda estas
navidades, porque a lo mejor el año que viene ya no tenemos ni cubo (por no
hablar de vaca).
¿Qué Planeta plantea sacarse cinco tomos de
cara al mercado navideño? Pues nosotros ocho. ¿Qué Planeta saca recopilatorios?
Nosotros, más gordos. ¿Qué Planeta saca ediciones definitivas?… nosotros
Absolute. Bienvenidos al fin de la guerra fría.
(Aviso: Una (gran) simplificación
de la sociedad actual consiste en clasificarnos en dos grandes bloques según
nuestras opiniones. Están los fumadores y no fumadores, del Madrid y del Barca,
etc. En el mundo del cómic están los marvelitas y los DC-fans, los pro-Bendis y
los anti-Bendis y los reduccionistas y los anti-reduccionistas, por poner tres
ejemplos. Yo soy anti-Norma y mis opiniones, por tanto, son sesgadas. Fin del
aviso).
Si bien reconozco que la lista de
novedades de Norma apabulla (continúan los coletazos del efecto DC), me
apabulla más el contenido de la entrevista, que no tiene desperdicio.
Entre otras:
(Cita –sobre los Absolute de Planetary-Authority): “El Absolute tiene sentido si tú tienes una
edición en tapa blanda o tapa dura que te funciona muy bien, ves que hay gente
que es fan y piensas “bueno, quizás a
estos fans les gustaría tener una edición más chula, más grande… algo de
coleccionista”. A ver si lo entiendo: ¿Primero me sacáis una
edición en tapa blanda y cutre de una obra conocida (no olvidemos que
aquí se publica con dos años de retraso) y luego me la volvéis a sacar en
formato Absolute (ciscándome 50 euros) por que estáis convencidos de que voy a
pagar dos veces por lo mismo ya que la segunda edición (tercera si contamos las
grapas) es “más chula”? Mejor me callo.
(Cita –sobre Ex Machina): “También habrá
lectores de americano que preferirán no ir al cine ese mes y comprarse el Ex
Machina” Hombre, a 10 euros la sesión me salen unas 11 pelis al mes. ¿Quién
dijo crisis en las salas?
(Cita -sobre Blacksad Integral en catalán-): “¿En castellano por qué no? Porque va muy bien y los
antirreduccionistas probablemente se cabrearían”. Pues yo he debido de
comprarme otra edición, porque mi tomo cuatro es más pequeño que los otros. ¡Ah,
no! Si los propios chicos de Norma me lo aclaran. Antes eran 31,2 * 23,5 cm y ahora son 31,2 * 23,5 cm. Pues yo juraría
que los primeros median 32 * 24
cm. En fin: debe de ser cosa de la humedad o de algún
efecto óptico.
Volviendo a la vaca (o sea, yo), como
es de ciencias, ha sacado la calculadora y se ha puesto a hacer unos números
por encima.
De saciar su apetito, un aficionado básico a los cómics (y yendo a los “must have”) se puliría los 110
euros de Ex Machina; más 100 del Planetary y el Authority (ojo que en este último pone primera parte); más,
opcional, el tomito de Umbrela Academy
(pongamos 20 euros) y un posible Hellboy
(otros 40 euros). Si además nos fiamos de las recomendaciones y cogemos el Billy Brouillard, van 20 mas. Yo además
añadiría Rocketeer, que lleva mucho sin publicarse y nunca en formato integral
(¿qué tal otros 25 euros?). Finalmente, aquellos afortunados que dispongan de
mesa camilla podrán ahorrarse los 100 euros de IKEA (genial el comentario en la
entrevista: olvidaos de leer en el sillón). Total, sin contar a IKEA, 295 euros
en Norma (y American Flagg en la
recámara). A cambio, puede que se ahorre continuar con su colección de Nexus
(los “detalles habituales” de Norma).
Pasando a Planeta, pongamos 40 de
Los Muertos Vivientes, otros tantos
del Decálogo y 30 más del Anillo de los Nibelungos. Ah, y otros
treinta del Batman de Marshall Rogers
(total: 140 euros). Aquellos que estemos en La Cosa del Pantano o en Starman, que sumen 70 euros más (210 euros). De comprar Theodore Poussin (recomendable), ya
estamos en 230 euros.
Por otra parte, las editoriales
pequeñas quieren su parte del pastel y tenemos Habibi (40 euros por Astiberri) o el magnífico Jerry Spring de Ponent Mon (este, un delirium editorial de 5-6 tomos
a 44 € cada uno). Si además le queremos sumar pequeñas joyitas como Lincoln o La
Protectora, nos ponemos tan felices en 100 euros más
(excluyendo el Jerry de Jijé, apto
para ex ejecutivos de cajas de ahorro).
Y no hemos hablado de Panini, que
podría sufrir un colapso mental navideño y sacarse un integral de Los
Vengadores (¿no está ahí la película?),
o todo el Daredevil de Bendis/ Maleev
(repito, ¿no está ahí la película?).
Aunque Panini no es Planeta… ¿cuánto sumaríais?
Suponiendo 75 euros de Panini (¡que
comedido!) la suma me sale por 700 euros (sin contar la famosa mesa). Y luego
leo en la entrevista que “el lector tendrá que escoger entre no ir al cine en diciembre
o comprarse el Ex Machina”. En mi
caso es “el lector tendrá que quedarse todo el puto (perdón) año sin ir al cine
ni a ningún lado si quiere comprarse solo las novedades de diciembre,
que luego llega el salón y el verano y ya irán cayendo más cositas.
Y luego oigo en la entrevista perlas
como “ahora hace falta que se venda”.
Conclusión editorial: el
consumidor de comic es un tío con más de 30 años, exigente en sus gustos (que
no les preocupa saber por anticipado), fiel comprador (hasta la extenuación) y
con un poder adquisitivo, al parecer,
muy alto.
Hace dos meses dije que se
acabaron las grapas. Ahora me doy cuenta de que también se acabaron los tomos.
Todo, absolutamente todo lo que tenga el menor impacto comercial va a
reeditarse antes de un año en formato mega-tomo (lamentablemente nunca
en el mismo tamaño: por caprichos editoriales será más pequeño o más grande). Escojan si lo quieren pagar antes o
después. Pero sepan que fallarán al escoger de edición en la mitad de sus
elecciones.
Que se pare el mundo, que yo me
apeo.
M
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