lunes, octubre 24, 2011
Cielos Radiantes
Estoy seguro de que en el interminable listado de proverbios japoneses existe alguno que reza algo así como; "La lluvia sólo es un problema si no tienes un Taniguchi a mano". No hay Taniguchi malo. O si lo hay, yo no lo conozco. El nivel de calidad medio de las obras de este autor siempre es una garantía de compra, oscilando entre lo correcto y lo sublime.
En Cielos Radiantes, el team Taniguchi hace una revisitación de su clásico Barrio Lejano, jugando de nuevo con las opciones temáticas que da la suplantación de personalidad. Por supuesto, Taniguchi es lo suficientemente hábil como para no caer en el autoplagio y Cielos Radiantes aporta la suficiente novedad como para hacer apetecible la lectura. Una lectura, como suele pasar con las obras de este autor, realizada con el metrónomo Taniguchi, con un ritmo que te atrapa desde el primer momento, deslizándose los ojos con perfecta armonía entre dibujo y texto, con el resultado final de una obra entretenida y muy profesional.
Personajes humanos, relaciones vitales y ese toque de nostalgia tan característico de las obras Taniguchi.
Aunque reconozco que en su conjunto Los años dulces me llegó mucho más adentro (ya sabéis que con la edad uno se vuelve más sensiblero), también os puedo asegurar que Cielos Radiantes no es, en absoluto, una obra menor y merece mucho la pena.
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