Os podría decir que Lincoln es un western, siempre y cuando, por la misma regla de tres, aceptéis que La mazmorra es una serie de fantasía heroica. Sí, estamos en el far west y sí hay forajidos y pistoleros. De hecho, nuestro protagonista, el Lincoln del título, es un antihéroe, hijo de una puta y de un aleatorio espermatozoide. Su destino en la vida es el de hacer el mal... hasta que un majete Dios, se baja a la tierra para intentar llevarlo por el buen camino. Y de eso va el tebeo. De las cafradas de Lincoln y los intentos de Dios por reconvertirlo.
Partiendo de esta premisa divina, ya utilizada anteriormente en otros tebeos, con un dibujo claramente definible como de la nueva ola de la BD francesa (Blain, Blutch, etc...), y con unos diálogos francamente ricos, que marcan la línea divisoria entre una serie del montón y una serie a destacar, Lincoln es un soplo de aire fresco en el actual panorama de la BD. Un tebeo que descubrirá una sonrisa en nuestra cara, nos hará pasar un buen rato e incluso, por momentos, no dejará en el subsconsciente más de una reflexión sobre temas más profundos y trascendentes.
Aprovecho para destacar la buena labor editorial llevada a cabo por Dibbuks en el último año. De una edición totalmente caótica, ha pasado a buscar una línea editorial más definida, dedicando espacio a muchas de las series medias europeas, con una calidad media destacable y que recopiladas en integrales a un precio competitivo, son una opción de compra muy a tener en cuenta.
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