El francés Michaël Sanlaville recoge toda la pasión que siente por el manga, ya mostrada en su anterior trabajo Last Man, y la canaliza para realizar este serie que bebe de la fuente de los códigos del cómic japonés tamizado con un estilo más europeo.
Un espídico manga deportivo de dibujo dinámico y fluido que comparte los códigos narrativos del shonen y donde se da cuenta del Sioule, un brutal y ultraviolento deporte que es una mezcla entre rugby y dodgeball y que atrae a millones de espectadores a cada partido.
Un manga de corte europeo que no tiene nada que envidiar a sus primos japoneses y que consta con las mismas dosis de adictividad que cualquiera de las famosas series japos.
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