Isaac Sánchez se desmarca con una historia intimista en la que, pese a que él mismo nos advierta; "Esta historia no está basada en hechos reales. Todo lo contrario, son recuerdos", se desnuda antes sus lectores contándonos la historia de su infancia en el negocio familiar, un chiringuito de playa en la Badalona de los años 70.
A través de esta historia, Isaac Sánchez nos cuenta las vivencias propias y familiares pero también le sirve para hacer una radiografía de la sociedad de la época con la incipiente aparición de las drogas (los drogadictos caracterizados gráficamente como vampiros) y el incontrolado desarrollo urbanístico del momento. También encuentra el autor momentos para la nostalgia, plasmando los juegos y cómics con los que el niño Isaac jugaba en esa época.
Una paso más en la carrera de un autor que va consolidando su obra, en esta ocasión con un trabajo más ambicioso y de mayor calado emocional.
Gustará a los seguidores del autor y sorprenderá a algún que otro que no estaría a la espera de un relato costumbrista realizado por Isaac Sánchez.
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