Uno de los episodios claves dentro de la historia de la abolición de la esclavitud fue el de la escuela que Prudence Crandall tenía en un pueblo de Connecticut y que convirtió en la primera de los Estados Unidos que admitió alumnas negras desafiando a la rígida sociedad de la época treinta año antes de la abolición.
Una historia que dentro de la belleza plástica que le saben dar sus autores, Wilfrid Lupano y Stéphane Fert, sigue siendo descarnada, sobre todo por los paralelismos que aún hoy en día seguimos viendo en nuestra polarizada sociedad.
Un canto al poder de la educación y la tolerancia en forma de álbum. Precioso en su factura y en el poder de su mensaje.
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