La sobrehumana capacidad creativa de Jeff Lemire le permite ir alternando trabajos de entretenimiento orientados al mercado más comercial con otras obras que podemos definir como más personales en las que el autor, muchas veces, ejerce de autor global.
Dentro de esta segunda categoría podemos colocar a El soldador submarino, un trabajo que podríamos alienar con la trilogía de Essex County, aunque hasta donde yo sé no hay relación real, y que nos devuelve al Lemire más maduro explorando una vez más temas recurrentes como la familia, las relaciones personales y la revisión de la infancia.
Textos justos y necesarios. Mucho espacio para las imágenes. Narrativa adecuada al tipo de historia que se quiere contar.
Otro Lemire a destacar.
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