Julia y la voz de la ballena

Tengo que reconocer que la primera entrega de las aventuras de Julia y sus amigos se me pasó. También fue publicada por De Ponent hace unos años y respondía al nombre de Julia y el verano muerto. Cuatro años después, Álvaro Ortiz nos trae otra historia con los mismos protagonistas, pero pensada de forma independiente sin necesidad de una lectura del tomo anterior.

Lo fácil para hablar de este álbum sería recurrir a los adjetivos. Poético, sensible, tierno, precioso, etc... Todos y cada uno de ellos sirven perfectamente para calificar las páginas del tebeo, pero como suele pasar, nos dejaríamos mucho por el camino. Porque Julia y la voz de la ballena es una historia con múltiples niveles de lectura, que podría funcionar como cuento de cama para un niño pequeño o como activador de sesudas reflexiones vitales en aquellos lectores más maduritos. Para lograr esta simbiosis, no lo dudéis, hace falta alguien que domine a la perfección los hilos narrativos.

Por suerte, Álvaro Ortiz lo es. Apoyado en su personal estilo gráfico y con una narración impecable, las historias de piratas contadas en la cabaña del bosque se mezclan con sirenas, marineros y una misteriosa ballena llena de tatuajes. Una historia donde lo real está lleno de fantasía y la fantasía es muy real.