Se acabó. Quinto y último tomo de una de las series que más me entretuvieron en los últimos tiempos. Por supuesto, el final expuesto por Kawaguchi no se corresponde con el que yo me había creado mentalmente y que, para mi, habría elevado el conjunto a obra maestra. En todo caso, el final que se nos ofrece no carece en absoluto de calidad y gancho, manteniendo el nivel general de toda la serie.
Más de 2000 y pico páginas de tebeo que se leen en un suspiro, con momentos antológicos, de esos que se recuerdan durante mucho tiempo. Durante estos pasados meses ya os he hecho participes de mi entusiasmo por Eagle y la carrera política del senador Yamaoka.
En todo caso, con este post, certifico lo que ya se veía venir desde el primer número. Eagle, en su conjunto, se hace acreedor de esa etiqueta de J-imprescindible.
Así que ya sabéis. Una vacaciones con los 5 tomos de Eagle entre las manos, puede ser uno de esos grandes planes para el verano.
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