jueves, abril 16, 2009

Kabul Disco 2



Siguen las aventuras de Nicolas Wild en tierras Afganas. Después de las buenas sensaciones del primer tomo, cogí esta segunda entrega con mucho optimismo. La verdad es que el tono que este autor le da al relato, con esas dosis necesarias de mala leche y cinismo, me resulta agradable, consiguiendo que la parte de autobiografía se haga más llevadera.

La primera parte de esta segunda entrega es totalmente continuista con lo contado en la primera. Tras unas cortas vacaciones en su Alsalcia natal, Nicolas vuelve a la agencia. Nuevos compañeros en la oficina, nuevos trabajos alimenticios y un poco el ritual de todos los días. Sin embargo, la novedad viene en la segunda parte del tebeo, cuando las cosas se empiezan a ponerse difíciles debido a las revueltas antioccidentales y la sensación de inestabilidad y peligro que los extranjeros empiezan a sufrir en sus carnes. La cosa se pone calentita y es en estos momentos donde sale a la luz lo mejor y lo peor del ser humano.

En este segundo tomo se vuelve a incluir una galería fotográfica, la cual nos permite poner en imágenes todos los personajes y lugares que, después de dos entregas, tan familiares nos resultan. También, en estos extras, se incluyen muestras del trabajo de ilustración que el autor realizaba para la agencia. Entre otros, el cartel para la campaña contra la erradicación del opio encargado por el el ministerio afgano o el insólito anuncio para el "Kabul Desert Classic", el primer torneo de golf realizado en el país desde los años setenta.


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